Recuerda que preocuparte en exceso te puede afectar de manera muy negativa.
¿Te preocupa no estar disfrutando todo lo bueno que la vida te ofrece por andar demasiado preocupado? Pasas tu tiempo pensando en el futuro, en problemas de salud o económicos, prevés desastres financieros que nunca llegan? ¿Te preocupa que las preocupaciones no te estén dejando vivir y quieres alejarlas? Pues bien, déjame darte unas claves.
Para vivir plenamente es necesario que aprendas a dejar esos pensamientos negativos que te roban la paz. Si te preocupas en exceso, te perderás de las maravillas que hay en este mundo.
Las preocupaciones suelen ser peores en nuestra imaginación que en la realidad. Muchas ni siquiera llegan a materializarse. Imagínate todo el tiempo que pierdes preocupándote por cosas que ni siquiera ocurrirán. En lugar de hacer eso, dedícate a aprender algo nuevo o a diseñar un plan que te garantice tranquilidad o al menos que te permita estar más calmado.
¿Por qué te preocupas tanto?
La mayoría de la gente se preocupa porque cree que de esta manera puede resolver los problemas o evitarlos. Nada más alejado de la realidad por el tiempo que pasan preocupándose es como si estuvieran ociosos porque no hacen nada productivo para mejorar su situación o prevenirla pero en la realidad.
Creen que si no se preocupan están siendo irresponsables con su vida. Estar pensando en los problemas los hace sentir más preparados y más seguros. La realidad es que se pueden preocupar todo lo que quieran pero si no hacen nada al respecto todo seguirá igual.
Un poco de preocupación es buena porque nos ayuda a estar alertas frente a la vida pero cuando pasa a ser excesiva se convierte en un problema, porque nos impide disfrutar de una tarde soleada, de un amanecer, de reuniones familiares o de una fiesta. No nos aporta nada bueno.
¿Cuándo no es útil preocuparte?
Quiero que comiences a reflexionar al respecto y antes de seguir leyendo pienses en las cosas por las cuales te preocupas y te preguntes si realmente vale la pena preocuparse por eso.
Para facilitar el proceso te propongo 4 situaciones en las cuales preocuparse es realmente inútil y poco saludable.
Pasado: Las situaciones del pasado ya sucedieron y no se puede hacer nada para cambiarlas. Lo que sí puedes hacer es aprender de ellas y mejorar las posibles consecuencias en el presente. Pero no se puede cambiar el pasado a menos que puedas viajar en el tiempo y hacer algo al respecto. De momento el pasado se queda como está y lo mejor que puedes hacer es aprender de tus errores.
Futuro: El futuro aún no está aquí y quién sabe si llegue. Lo mejor que puedes hacer es prepararte para posibles eventualidades y elaborar un plan de vida y apegarte a él.
Problemas que no tienen solución o cuya solución no depende de ti: Si no puedes hacer nada al respecto, no tiene sentido que te preocupes ¿cierto? No es tan sencillo dejar de preocuparte pero debes hacer el esfuerzo para abandonar los pensamientos que te amargan el día y te impiden ser feliz.
Es un problema que tiene solución: Mira, si está en tus manos hacer algo para solucionar el problema pues hazlo pero deja de preocuparte y actúa. Si ya hiciste todo lo que podías y no solucionaste nada mejor busca a alguien más que si pueda y tu deja de machacarte la cabeza.
¿Cómo alejar las preocupaciones?
A Continuación te comparto un proceso de 6 pasos para que evalúes tus preocupaciones y las veas con mayor objetividad.
- Describe el problema que te preocupa con lujo de detalles.
- Ahora escribe todo lo malo que podría suceder, no te guardes nada. Escribe hasta lo más disparatado que hayas pensado.
- Lee lo que has escrito y piensa de manera objetiva ¿Estás seguro de no haber exagerado un poquito sobre las consecuencias del problema?
- Ahora intenta abordar el problema desde la perspectiva de alguien que admiras ¿Qué haría distinto en comparación contigo?
- Tacha las consecuencias que podrían ser un poco exageradas para que te des cuenta de que el problema no es tan grave como imaginabas.
- Enfócate en encontrar soluciones si eso depende de ti y si no es así no te preocupes.
Consejos para alejar las preocupaciones para siempre
Para terminar este artículo con broche de oro te voy a compartir 4 sencillos consejos para alejar las preocupaciones de tu vida:
Enfócate en lo bueno
Cada vez que te sientas preocupado enfócate en lo bueno y en lo positivo. En lugar de preocuparte, intenta trabajar en tus metas. Dedica ese tiempo para laborar en tus sueños.
Disfruta lo que hay en tu vida y agradece
Todos tenemos razones para sentirnos bien y contentos. Toma la decisión de centrarte en lo que tienes y no en lo que falta. Aprende a ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Los motivos para agradecer son muy personales pero puedes hacerlo por tu vida, tus hijo o tu familia.
Ten la certeza de que tienes las herramientas necesarias para resolver cualquier que se te presente
La preocupación nos llena de miedo y nos hace ver los problemas más grandes de lo que realmente son. Trata de verte a ti mismo más grande que el problema, redúcelo a un tamaño tan minúsculo que sea insignificante para ti y te haga sentir en posesión de todos tus recursos.
Busca ayuda
Por último si te sientes realmente agobiado por las preocupaciones, tanto, que no puedes dormir, quizás sea el momento de buscar la ayuda de un profesional.
Recuerda que debes hacerte consciente del gran poder que hay en tu interior y que debes tener confianza en tus capacidades y en lo que puedes lograr en la vida.