Hoy como humanidad nos enfrentamos ante una era digital totalmente desbordada en todos los ámbitos posibles, desde la comunicación hasta nuestro mismo alimento diario. No se debe tener mucho sentido de la persuasión para percatarse.
Esta situación ofrece muchas ventajas a los individuos que hace apenas unos pocos años no podíamos siquiera imaginar cómo imprimir tu almuerzo en una impresora en 3D o ver en vivo y en directo a una persona en Japón desde Colombia a través de una pantalla, además de claramente elevar su calidad de vida al verse beneficiados en diversas situaciones de la vida común.
Realidad muy parecida, la que viven las compañías que han visto como este crecimiento tecnológico ha permitido mejorar desde su forma en la toma de decisiones y definición de estrategias, hasta los detalles más mínimos en la producción.
A pesar de toda esta revolución las empresas deben seguir adoptando medidas ajenas a la tecnología para influir en las personas, y con personas no solo hago referencia a clientes, sino también a sus colaboradores, proveedores y demás interesados. Y es aquí donde toma el protagonismo la persuasión.
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¿Manipulación o engaño?
Y no se trata de la persuasión como engaño, o como sentido negativo de manipulación de personas, sino como habilidad para conseguir cambios mentales en las personas buscando cambios de mentalidad y de actitud en la que se vean favorecidas ambas partes, tanto la empresa como su persuadido.
Es a partir del entendimiento de este postulado en el que se pueden conseguir cambios verdaderos sin iniciar batallas morales ni guerras internas.
Comunicar
Es imprescindible hablar de comunicación cuando de persuadir se trata. Comunicación Verbal y No verbal. Si se quiere podemos hablar de comunicación persuasiva como he leído en varios autores.
Pero es en función de esta habilidad social que logramos influir en las personas para convencerlas de la idea que tenemos como compañía y la importancia de su papel en el desarrollo de actividades y estrategias de la misma.
Resultado
El cambio de actitud de nuestros colaboradores para que den lo mejor de sí, la influencia positiva del impacto de nuestros productos y servicios en la vida de cliente y el brindar garantía de confiabilidad en el mismo para la adquisición de lo que ofrecemos, la obtención de mejores tratos con nuestros proveedores financieros y de materias primas, el éxito en sí de la estrategia empresarial que desarrollamos depende en gran medida de nuestra capacidad para persuadir, influir, y convencer a los actores implicados.
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Proceso
Para lograr que este proceso sea efectivo y eficaz debemos tener en cuenta estos 5 aspectos clave en los que hay que poner atención a los detalles para no incidir negativamente a la hora de desenvolvernos en nuestra comunicación persuasiva:
- Las características que mostramos y que nos exponen los implicados. Las emociones, reacciones, sensaciones y demás señales que se pueden ir evidenciando en el camino de convencer. Ser ‘agresivos’, tenues y atentos en sus momentos.
- El contexto en el que se desarrolla la comunicación. Evitar tensiones innecesarias. Estar dispuestos a la escucha. Encontrar lugares en el cual el intercambio de palabra y de expresiones pueda darse naturalmente y de manera clara.
- Los argumentos que se exponen. Claros y concisos. Sin titubeos. Con fundamento y firmeza en lo que estamos comunicando.
- Las conclusiones a las que se van llegando con respecto a los temas que se desenvuelvan. Es importante dejar en claro los planteamientos que van surgiendo y las soluciones a las que se va llegando.
- De parte y parte. Que todos quedemos untados de barro y busquemos un bien común. El éxito de nuestro negocio.