Es bien sabido que las ventas en una compañía juegan un papel fundamental. Si estás en un mercado competitivo, debes hacerle sentir al cliente en tu proceso de venta que tu producto es el mejor y que se diferencia del resto. Si estás en un mercado sin competencia, es porque seguramente ofreces un producto atípico por lo que debes dejar en claro en el cliente la necesidad de tu producto en su vida.
Sea por lo que sea, encuentres donde te encuentres como empresa, parte de tu esfuerzo debe concentrarse en el proceso de venta. Es por eso, que la neurociencia le ha echado una mano al ámbito empresarial.
Neuromarketing
Este concepto debemos entenderlo como un compendio de otras ramas que convergen en el marketing.
La semiótica en su fase de utilizar los símbolos y el lenguaje adecuado, antropología, psicología, biología y neurociencia, que ataca el subconsciente del consumidor. Para hacer la venta más llevadera puedes incluir en el proceso la tecnología que puedas disponer para ello.
Entonces tenemos que el Neuromarketing es la ciencia de vender (Marketing) apelando al subconsciente del consumidor (Neurociencia) utilizando la simbología y lenguaje adecuado (Semiótica) y el estudio del individuo como ser social (Antropología) y mental (Psicología) que se desenvuelve en un ambiente (Biología).
¿Por qué el subconsciente?
La neurociencia ha logrado establecer los porcentajes que normalmente utiliza nuestro cerebro triúnico para tomar las decisiones a la hora de comprar.
El córtex, encargado del razonamiento humano y por el que nos diferenciamos de los demás animales; influye en un 15%.
El límbico; ubicada en la parte central del cerebro y que contiene el hipocampo, que tiene como función la memoria y la orientación del ser, recordar los eventos que nos hayan sucedido y las situaciones por la que hayamos pasado para a partir de allí forjar la emociones; incide en la decisión de compra en un 30%. Podemos decir entonces, con datos, que la emoción mata a la razón.
Pero hay un tercer actor, el cómplex reptiliano. Este personaje, que como cualquier chico malo en la escuela que se hace en los puestos más alejados para organizar y hacer sus travesuras, se ubica en la parte inferior y trasera de nuestro cerebro.
El cerebro reptiliano es en donde se ubican las funciones más básicas del ser, la supervivencia y los instintos. Es el que nos permite reaccionar ante cualquier amenaza inmediata y el que actúa en caso de requerir protección o para evitar riesgos. Pues bien, esta parte del cerebro influye en un 55% en la decisión de compra del consumidor.
Volviendo a la premisa anterior, seguimos diciendo que la emoción mata a la razón, pero que el instinto mata a las dos.
Es por eso que con estos datos debemos generar un discurso de venta en el que marques una impronta, en el que dejes una huella en el cliente para entrar en su subconsciente y generar una necesidad real de lo que ofreces, bien sea producto o servicio, en su vida.
Aplicando lo anterior estarás en el siguiente nivel del arte de vender.
Para complementar esta información y conocer más al detalle el discurso de venta en el Neuromarketing te recomendamos leer: El secreto de las ventas según el Neuromarketing.