Si buscas ahorrar dinero en Google te arroja 70.100.000 resultados que incluyen la palabra clave ahorrar dinero o que directamente hablan sobre tips, consejos, guías paso a paso o trucos para ahorrar dinero.
Si buscas ahorrar dinero en la categoría de libros de Amazon aparecen más de 7000 resultados entre los cuales se incluyen libros, plantillas, agendas y guías que enseñan a las personas sobre cómo ahorrar dinero y lo importante que es fomentar el hábito de guardar dinero.
Y eso sin contar los resultados de idiomas como el inglés; y que tal si incluyéramos los resultados de todo el planeta. Bueno, pues las cifras serían enormes.
A pesar de que existe tanta información sobre el tema, la cantidad de personas que no sabe cómo empezar un ahorro es todavía más alarmante y aunque ya se ha escrito mucho sobre el tema ahí fuera, hoy quiero aportar mi granito de arena con esta guía súper sencilla que te ayudará a dar tus primeros pasos en lo que a la conservación de capital se refiere.
Ahorrar dinero no es fácil y para muchos supone una tarea casi imposible, ya sea porque no tienen el hábito de hacerlo, porque ganan muy poco o porque simplemente no saben la importancia de guardar dinero para aprovechar oportunidades de negocio que se suelen presentar en la vida o para tener tranquilidad financiera cuando se presentan grandes momentos de incertidumbre como crisis o pandemias.
Seguramente ya sabes que existen 1001 maneras para ahorrar dinero y eso está bien, pero con el paso de los años me he dado cuenta que guardar dinero va mucho más allá de un método o truco y que la razón por la que la mayoría fracasa en este proceso es porque no cuentan con la mentalidad adecuada y la estrategia correcta.
Guía de 6 pasos para ahorrar aún en tiempos de crisis
A continuación, te voy a detallar una serie de estrategias que me han funcionado para crear el hábito del ahorro en mi vida personal y de pareja.
Estos pasos me han ayudado a experimentar una sensación de logro personal y la satisfacción de avanzar en la consecución de mis metas financieras a corto, mediano y largo plazo.
Espero que también puedan ayudarte a ti
Ponte una meta
Las metas, aunque muchos digan que no funcionan, son la esencia de cualquier gran logro personal y profesional y las finanzas no son la excepción.
La razón por la que funcionan realmente bien es porque se basan en un principio teleológico del cerebro.
Este principio dice que nuestro cerebro funciona mucho mejor y concentra todos sus esfuerzos cuando le damos un objetivo concreto por el cual trabajar.
Mientras más específico sea que lo queremos lograr, más rápido nos ayudará con ideas, energía, personas y circunstancias. Es algo muy similar al principio del auto rojo; aquello en lo que te enfocas se expande.
Una de los mayores exponentes cuando de fijar metas se trata es Brian Tracy, el reconocido experto en desarrollo personal y motivación.
En concreto te recomiendo leer su libro Metas en el que te explica una serie de estrategias prácticas para determinar y conquistar tus objetivos.
Sé que decirte que te pongas metas suena a cliché, pero no te lo recomendaría si no considerara que es un punto esencial para que empieces a ahorrar.
Mira, ponerte una meta te da claridad y la claridad es poder; saber exactamente qué quieres te adelanta un 50% del camino. Además, te da un impulso de motivación para ponerte manos a la obra.
Tu cerebro también se pondrá en marcha para ayudarte a conseguir esa meta financiera que te has propuesto. A menudo, te vendrán ideas brillantes para ajustar tu presupuesto o para gastar menos.
Ese es el resultado de darle a tu mente algo claro en lo que trabajar.
Para tener clara tu meta financiera debes incluir cosas como la forma en que lo harás (plan) y cuándo lo cumplirás (una fecha límite). Hay más cosas que debes tener en cuenta, pero de momento eso bastará para empezar a trabajar.
A continuación, te explicaré la forma correcta de ponerte una meta financiera sólida y realista:
Debe ser específica (cuánto dinero quieres ahorrar). Por ejemplo: ahorrar 600 dólares. Yo puse dólares, pero tu hazlo en tu moneda nacional.
Debe tener una fecha límite (intervalo de tiempo para ahorrar esa cantidad). Por ejemplo: un año, un mes, tres meses, seis meses. Esto es importante no lo pases por alto.
Debe ser medible (cada cuanto vas a aportar y que cantidad de dinero cada vez). Por ejemplo, cada mes voy a depositar 50 dólares.
Debe ser realista (que se pueda cumplir). Por ejemplo, si ganas 500 dólares al mes es poco realista ponerte como meta ahorrar 5000 dólares al año, me hago entender…es mucho más realista fijar un monto cercano o un poco superior a tu ingreso mensual.
Debes pagar el precio (qué vas a hacer o qué vas a dar a cambio). Por ejemplo, vas ahorrar todo el cambio sin importar el billete, Vas a guardar las monedas de más alta denominación siempre.
No vas a ir a cine, o al menos, reducir la frecuencia. No vas a comer fuera, usar bicicleta. Usa tu imaginación.
Debes tener un sistema, método o varios a la vez. Por ejemplo, método Kakebo, método de los sobres. Puedes escoger el sistema perfecto para ti en mi artículo de los 10 mejores métodos para ahorrar dinero.
Por último, haz el firme propósito de cumplir tu meta financiera pase lo pase y cueste lo que cueste.
Deja los vicios
Los vicios son un problema serio y, en la mayoría de los casos, representan una cantidad significativa de dinero cuando no se controlan.
En muchas ocasiones se suele necesitar ayuda profesional como en el caso del tabaco, el alcoholismo u otras adicciones más severas y peligrosas.
La razón por la que escribo esta sección es porque los vicios no son un gasto hormiga, sino que son un hueco enorme para el bolsillo porque son un gasto inconsciente e involuntario.
Muchas personas destinan la mayoría de sus ingresos o el dinero que no tienen para satisfacerlos.
Soy consciente de que la mayoría de la gente piensa que la adicción a la comida, a los juegos de azar, a las compras no son vicios como tal, pero cuando se trata de dinero sí que lo son y, por cierto, muy perjudiciales para el bolsillo.
Además, para cualquier mal hábito se necesita plata y, si quieres cumplir tu meta de guardar dinero, te recomiendo cambiarlos por hábitos más sanos y productivos. En lugar de malgastar el dinero busca por internet formas de ganarlo.
Al final del día cuando se hacen cuentas los malos hábitos salen caros. Si no me crees prueba a hacer un balance semanal, mensual y anual. Haz el ejercicio y me cuentas.
Te sorprenderá saber que hay personas que se gastan más de la mitad de sus ingresos en adicciones poco sanas y otras que viven al límite con sus tarjetas por aparentar una vida para la que no les alcanza.
Controla tus gastos hormiga
Los gastos hormiga se llaman así por considerarse muy pequeños y poco importantes por ser ocasionales y muy poco frecuentes; sin embargo, pueden llegar a representar una media del 12% de los ingresos anuales si no se controlan.
Te lo pongo palabras simples: si al año ganas 8000 dólares el 12% equivaldría a 960 dólares que podrías estar ahorrando e invirtiendo para que te generen dividendos, pero como son gastos pequeños pues no importan, ¿verdad?
Pero la verdad es que si importan y mucho. Básicamente, de controlarlos e invertirlos podrías aprovechar la octava maravilla del mundo: el interés compuesto y conseguir la libertad financiera mucho antes.
Este tipo de gastos no son planeados y pasan desapercibidos porque son muy pequeños y apenas se notan en el día. Además, se realizan de manera constante, diaria, semanal o mensualmente. En la frecuencia radica el problema; como dicen por ahí en la dosis está el peligro.
Algunos ejemplos de gastos hormiga son: el café de las mañanas, chicles, cigarrillos, propinas, salir a cine, comer por fuera de la casa, comprar por impulso, bocadillos, chocolatinas…y un largo etc.
Si no eres consciente de tus gastos hormiga te invito a llevar un control detallado de lo que gastas cada día y para que no te enredes con lápiz y papel, puedes hacerlo con la única aplicación que permite enviarte mensajes a ti mismo.
Sí, estoy hablando de WhatsApp. Cada vez que gastes dinero te envías un mensaje que incluya el monto y el producto. De esta manera, a final de mes cuando hagas el balance, sabrás exactamente cuáles son los gastos hormiga que debes controlar.
Sé que parecen inofensivos, pero no lo son. Debes controlarlos y de ser posible eliminarlos. Tampoco estoy diciendo que no te des un gustico de vez en cuando, puedes hacerlo, pero no con la frecuencia de antes si quieres lograr tu meta de ahorro.
Escoge un método y aplícalo
Escoger un método de ahorro es importantísimo para administrar bien el dinero y no tener que pensar cómo gestionarlo cada vez que nos llega. También hace parte esencial de esta guía porque ayuda a construir disciplina y claridad.
La importancia radica en que te dice, dependiendo del método, con precisión qué pasos debes seguir para tener tu dinero bajo control. Según sea el sistema, será más fácil o más difícil.
Te digo esto porque existen retos de ahorro, cuyo objetivo es ahorrar la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo posible, y eso es bueno, pero tienen un problema simple pero letal: son solamente retos y son muy difíciles de sostener en el tiempo.
Con un reto vas ahorrar mucho dinero en poco tiempo, pero no vas a convertir el ahorro en un estilo de vida y si no lo conviertes en un hábito no serás constante a medio y largo plazo y tu capacidad de ahorrar dinero será mínima.
¿Cuál sistema o método deberías elegir? Te voy a dar una serie de pautas muy sencillas pero que funcionan extremadamente bien.
La primera pauta consiste en saber exactamente cuál es tu capacidad de ahorro sin poner en riesgo tu salud, tu alimentación, en general, tu bienestar. ¿Cómo hago eso?
Bueno, pues, suma tus gastos y réstalos de tus ingresos. El resultado lo divides entre tus ingresos mensuales y luego lo multiplicas por 100. El resultado que obtienes es tu capacidad de ahorro, siempre y cuando, el resultado sea positivo.
Supongamos que ganas 500 dólares o el equivalente en tu moneda nacional; también supongamos que tus gastos ascienden a 480 dólares mensuales. Si restas 480 de 500, te quedan 20 dólares, que serían tu capacidad de ahorro.
Ejemplo práctico en dólares 500 – 480 = 20/500 = 0.04*100= 4. Esta simple operación te muestra que tu capacidad de ahorro es del 4% mensual. Con estos números serías capaz de ahorrar 240 dólares al año. Muy poco, pero algo es algo.
¿Puedes incrementar tu capacidad de ahorro? Si, ¿cómo? Reduciendo tus gastos o aumentando tus ingresos. ¿Y si mis gastos superan mis ingresos? Sencillo, o reduces tus gastos o incrementas tus ingresos.
La segunda pauta es la velocidad con la que necesitas reunir el dinero. Si necesitas reunir una gran cantidad en poco tiempo, los retos son excelentes para eso, porque incentivan la creatividad para buscar formas de ahorrar más y te ayudan a encontrar ideas para generar ingresos extra.
Si no necesitas el dinero muy rápido, sino que quieres crear el hábito de ahorrar, lo mejor sería elegir un método más estructurado que implique llevar un control detallado de los gastos, un presupuesto y porcentajes definidos para distribuir el dinero sabiamente.
La tercera y última pauta es que sea cómodo para ti. Debe ser fácil de implementar y que la dificultad no sea tan alta porque renunciarás muy rápido si se vuelve tedioso y difícil de llevar.
Nuevamente te invito a leer mi artículo sobre los 10 mejores sistemas para ahorrar dinero porque encontrarás mucha claridad.
Mide el progreso de ahorro
Existe una máxima en los negocios que dice así: lo que no se mide no se mejora. Lo mismo aplica para tus objetivos financieros y te propongo lo siguiente: hacer una revisión trimestral y evaluar el progreso de tu ahorro.
¿Cómo hacer esa revisión correctamente? Supongamos que te pusiste la meta de guardar 500 dólares anualmente, es decir, 50 cada mes.
Bien, ya pasó el primer trimestre y debes sentarte a ver que tanto has progresado. En este caso deberías tener 150 dólares en tu ahorro y si no los tienes, debes ajustar y ver en qué estas fallando para corregirlo y tener un mejor balance en la próxima revisión.
El objetivo de la revisión no es solamente ver las cosas que has hecho mal sino, precisamente, ver lo bueno que has hecho para felicitarte por el progreso que has tenido y motivarte para que continúes con el cumplimiento de tu meta.
Para mantenerte firme en tu propósito piensa en todos los beneficios que obtendrás al completar tu ahorro e invertirlo en tu futura libertad financiera, o si esto no funciona para ti, piensa en toda la angustia, las preocupaciones o el estrés de llevar una vida financieramente desorganizada.
Evita la trampa del efectivo
El efectivo tiene sus ventajas y desventajas y te las voy a enumerar para que no caigas en la trampa que cae la mayoría de las personas.
Algunas de sus bondades son:
- Que lo tienes siempre a la mano y lo reciben en cualquier parte.
- Te hace más consciente de que lo estas gastando.
- No se cobran comisiones, el famoso 4×1000.
- Permite abordar pagos imprevistos como reparaciones.
Existen muchas más, pero creo que es suficiente.
Ahora algunas de desventajas son:
- Es fácil de gastar en pequeños antojos
- Sin historial crediticio
- No puedes hacer pagos online
Bien, cuando se trata de ahorrar tener el efectivo disponible es un problema serio porque tendemos a disponer de ese dinero siempre que se necesite y lo ideal es que ese ahorro sea intocable. Por eso, debe estar fuera de nuestro alcance para no usarlo bajo ninguna circunstancia.
Mi recomendación es que todo el dinero que ahorres lo inviertas inmediatamente para que te genere intereses. Hoy en día existen muchas opciones que te permiten invertir desde 100 dólares. Si no lo vas a invertir, ponlo fuera de tu alcance en una cuenta de ahorros que te genere rendimiento o en un depósito a término fijo.
Cuando vayas a gastar no uses tarjetas y menos tarjetas de crédito si no vas pagar a una cuota. Usar efectivo te hace más consciente de que lo estás gastando y te permite ver el esfuerzo que has invertido para generarlo.
De manera que cada vez que vayas a comprar algo, piensa en términos de días y de horas. Te aseguro que pensar de esta manera mantendrá tu dinero a salvo de muchas compras impulsiva e innecesarias.
La trampa del efectivo consiste en gastarlo sin necesidad y la trampa de no usarlo es que pierdes de vista su verdadero valor: el tiempo que has intercambiado para ganarlo. Cuando gastas dinero lo que realmente estas gastando es vida. Esto aplica cuando tus ingresos dependen de tu tiempo y esfuerzo.
Pero si tus ingresos son pasivos no te preocupes.
Engaña a tu cerebro
Asume de manera deliberada que ahora ganas menos y que debes arreglártelas para vivir con menos de lo que vivías antes. Por ejemplo, asume que ahora ganas 10% menos y no es negociable porque ese es el porcentaje que destinarás al ahorro, en caso de que sea sí.
Aquí es donde debes ponerte creativo y buscar maneras de ahorrar más en tus gastos fijos como alimentación, recibos, salidas y gastos hormiga o buscar la manera de obtener ingresos extra para compensar ese 10% del que ya no puedes disponer.
Al principio es difícil porque estamos acostumbrados a disponer de todo el dinero a final de mes y conforma llega lo gastamos. De ahora en adelante guardas primero un 10% y gastas el resto. Primero ahorras (aquí aplica el concepto de págate a ti primero de Robert Kiyosaki y luego gastas, no al revés.
Tranquilo que yo personalmente he tenido que hacer este ejercicio varias veces de manera forzosa y las formas que he encontrado para gastar menos van desde comprar arroz de marcas poco conocidas, encender menos bombillos, productos de aseo más económicos hasta comprar ropa con descuento en temporada baja.
También he encontrado formas de aumentar mis ingresos con este blog, que ahora se ha convertido en una mis fuentes de ingresos principales, junto con el marketing de afiliados y la venta de productos digitales.
Hay muchas maneras de engañar a tu cerebro, solo es cuestión de sentarte y pensar un poco. Recuerda que no estoy hablando de bajar la calidad si no de considerar alternativas igual de buenas, pero más económicas.
Crea ingresos extra o varias fuentes de ingresos
Busca la manera de generar ingresos extra ocasionales o recurrentes con tu tiempo libre. Formas de ganar dinero extra hay muchas y es cuestión mirar a tu alrededor para encontrar algunas. Hay alternativas que van desde usar tus hobbies para ganar dinero hasta iniciar un negocio con el potencial de convertirse en una fuente de ingresos estable y escalable.
Al principio no será fácil porque no estás acostumbrado, pero con el tiempo se hará más sencillo. Para facilitarte un poco la tarea, te daré algunas ideas que funcionan particularmente bien:
Vende lo que ya no usas. Eso que tu no usas puede ser el tesoro de otro. Puedes vender esa ropa que ya no te queda o no te gusta; hay tiendas especializadas en ropa de segunda mano y aunque no lo creas, es un mercado creciente y en boga.
Muebles, juegos de mesa, piscinas inflables, libros, pesas, cuadros, de todo puedes vender. Puedes hacerlo a través de una venta de garaje o en línea.
También puedes pasear mascotas. Seguramente este ejemplo esté muy trillado, pero la cantidad de personas que no dispone de tiempo para sacar a sus peludos crece cada día y esa es una oportunidad real.
Hoy en día las personas prefieren tener mascotas y tú puedes ser la solución a esa necesidad creciente.
Puedes encontrar más ideas en mi artículo sobre cómo ganar dinero extra. Ahí encontrarás bastante creativas y rentables.
Algunos consejos extra para que cumplas tu meta de ahorrar dinero.
No pierdas de vista lo importante. Esto no se trata solo de dinero, se trata de tranquilla financiera, paz mental y a largo plazo de tener independencia financiera.
Si o si, se especificó con la cantidad que quieres ahorrar y haz hasta la imposible para conseguir esa meta. Vaguedades como ahorrar todo lo que pueda no funcionan y terminarás rindiéndote antes de tiempo. Recuerda que la claridad es poder.
Siempre hay una manera de hacer las cosas. Siempre hay una manera de ahorrar más, Siempre hay una manera de ganar más.
No te infoxiques, no leas más artículos; con lo que te dije en esta guía es más que suficiente y te di todas las herramientas
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