No Sé Qué Hacer Con Mi Vida ¿Qué Hago

No Sé Qué Hacer Con Mi Vida ¿Qué Hago?

No sé qué hacer con mi vida es un interrogante interesante que, genera mucha incertidumbre hacia el futuro y lo que podría pasar. Es una sensación poco agradable porque te obliga a conectar contigo y la realidad es que no nos gusta hacer introspección.

No me gusta hacer suposiciones y menos en este tipo de circunstancias porque no sé qué fue lo te puso en este momento y tampoco sé cuáles son tus creencias, tus emociones, tus experiencias y lo que te motiva.

Lo único que sé es que no te satisface la vida que tienes, no te gusta el lugar donde te encuentras actualmente, pero tampoco sabes que quieres, ni tampoco sabes a dónde quieres llegar o, existe otra posibilidad: sabes lo que tienes que hacer pero te da miedo hacerlo y no saber qué pasará.

Antes de continuar me gustaría establecer una serie de premisas sencillas, para que empieces a darle la vuelta a esta situación y pase de ser una crisis existencial a convertirse en una oportunidad existencial:

  • No saber qué hacer en la vida es una oportunidad no un problema. Significa que no vives tu vida en piloto automático y que te preocupa no estar en el camino correcto.
  • Cuando una puerta se cierra otra se abre. Recuerda que detrás de cada problema se esconde la semilla de una gran oportunidad.
  • Que no sepas qué hacer en la vida te ubica en una posición de ventaja frente al 90% de la población que vive toda su vida en piloto automático. No cuestionan nada y viven cumpliendo órdenes hasta el último de sus días.

Qué cosas no deberías hacer cuando no sabes qué hacer

Quedarte de brazos cruzados: cruzar los brazos y sentarte a pensar no te va a llevar a absolutamente nada. Darle vueltas al problema una y otra vez, lamentándote sobre lo que esta sucediendo es cavar un hoyo cada vez más profundo.

Lo mismo pasa cuando te dedicas a leer y leer sin aplicar nada de lo que te dicen. No vas a llegar a ninguna parte con esta mentalidad. No va aparecer el genio de la lámpara a concederte tres deseos, que te permitan poner tu vida en orden; eso no sucederá, no hoy, ni mañana, ni nunca.

Hacer de todo: No te gusta pensar las cosas; prefieres actuar y en consecuencia terminas yendo como pollo sin cabeza, llenando tu día con 1001 actividades que no aportan nada a tu vida y tampoco te ayudan a solucionar la gran interrogante de ¿Qué hacer con tu vida?.

Es importante probar cosas, pero tampoco vayas tirando tu tiempo a la basura por hacer de todo y a la vez nada. Es mejor proceder con cautela y enfocarte en lo que si pueda ser una solución real a tu problema.

No saber qué hacer en la vida se llama: crisis existencial

Esa sensación de andar sin rumbo, no saber que camino tomar o a quién acudir se llama crisis existencial y muy pocas personas son privilegiadas de vivirla. La mayoría viven la vida en la inconsciencia, sin cuestionar nada.

Temen que al hacerse preguntas toda la «vida perfecta» que han montado se les derrumbe y acaben a la deriva sin rumbo fijo ni destino alguno.

14 consejos generales para cuando no sabes qué hacer con tu vida

A continuación voy a darte unos consejos generales acerca del tema antes de entrar en materia y empezar a crear un plan de acción.

Espero que estos consejos te ayuden a mantener la calma, mientras ejecutas lo que aprenderás en la sección de los sistemas que te compartiré para reencontrar tu rumbo, reencontrarte contigo, reconectar con tu esencia y volver a tener paz en la mente y en el corazón.

Desconecta y respira

Apaga tu celular y apaga tu mente. La situación en la que te encuentras no es tan mala como parece; es una oportunidad disfrazada de crisis. Respira con calma y disfruta de todo lo que te rodea; hay muchas cosas que pasas por alto y de las cuales no disfrutas como deberías. Vivir es un gran regalo; acéptalo.

Es normal no saber qué hacer con tu vida, no te castigues por eso. Querer tener el control todo el tiempo es agotador mental y físicamente. Además, es imposible controlar todo al 100% y que todas las cosas salgan al pie de la letra como las habíamos planeado.

No quiero que te desanimes con lo que te acabo de decir, solo quiero que sepas que el futuro es el futuro, la misma palabra lo dice. Nadie sabe qué pasará, tómatelo con calma.

Esto tampoco significa que no hagamos planes y nos arrojemos a la irresponsabilidad y a la incertidumbre. Pasa todo lo contrario; es necesario hacer planes porque nos indican por dónde proceder o cómo actuar. Se convierten en nuestra hoja de ruta, nuestro mapa de viaje ante cualquier situación.

Prueba cosas nuevas

Probar cosas nuevas te permite saber qué cosas te gustan y cuáles no. Si no te das la oportunidad de intentar algo nuevo cómo vas a saber lo que te encanta. Prueba cosas y descarta las que no funcionen para ti. Te recomiendo leer mi artículo para qué soy bueno, en el aprenderás en 4 pasos para qué eres bueno.

Cuando intentas algo nuevo estas saliendo de tu zona de confort y debes adaptarte. La posibilidad de rendirte antes de tiempo será muy real pero es el precio que hay que pagar cuando sea necesario alejarte de tu familia o de tus amigos para explorar esas opciones.

Probar cosas tiene un doble propósito: averiguar si lo que dices que te gusta, realmente te gusta y, descubrir lo que realmente te interesa y se alinea contigo.

La idea de probar cosas es muy interesante pero puede jugarte en contra. Es muy bueno adquirir experiencia en diferentes áreas de la vida, pero es importante que entiendas lo siguiente: no debes quedarte probando cosas nuevas por siempre, porque la realidad es que hay millones de opciones y el tiempo es limitado.

No te preocupes por esto, porque más adelante haremos una serie de ejercicios que te darán claridad y te ayudarán a probar cosas nuevas con más conciencia y prudencia.

Acepta el cambio

El cambio es lo único constante en esta vida. Cuando estas buscando qué hacer con tu vida, el miedo al cambio o al fracaso pueden demorar o alargar indefinidamente tu búsqueda. Sentir miedo es normal y es una emoción sana hasta cierta medida.

Sentir miedo por lo que pueda pasar es normal, lo que no es normal es que el miedo te paralice. No existen malas experiencias, solo experiencias de aprendizaje.

No saber qué hacer con tu vida y sentir miedo no son cosas fáciles de gestionar, pero te aseguro que, si te enfocas en encontrar soluciones, en lugar de lamentarte, las cosas mejorarán.

Cuando decidí emprender por internet no fue fácil, tuve muchos tropiezos y las cosas no salieron como quería pero me mantuve firme y constante sin importar el miedo y la incertidumbre que sentía.

En lugar de enfocarme en los problemas, me enfoque en las soluciones y alternativas que tenía frente a mi. Intenté y probé un montón de cosas antes de llegar aquí al mundo del Blogging y el marketing de afiliados con productos físicos y digitales.

De no haber pasado por esas situaciones no me encontraría en el lugar que me encuentro ahora y mis negocios no estarían dando fruto como la hacen ahora.

Aprovecha las oportunidades

Es importante que aprendas a subirte al tren de las oportunidades cuando se presentan. Las oportunidades se presentan, generalmente, cuando menos las esperamos y en momentos en los que consideramos inadecuados o en los que nos sentimos poco preparados, pero eso no debe importarte.

Las oportunidades son oportunidades aquí y en cualquier parte del mundo y deben aprovecharse cuando se presentan antes de que lo haga alguien más.

Es mejor arrepentirte de algo que hiciste y fallaste, que hacerlo de algo que nunca intentaste por miedo a fallar o al que dirán.

Haz lo que te gusta o te apasiona

Si durante mucho tiempo hay una idea rondando en tu cabeza que quiere salir a la luz pero no la dejas por miedo a lo que pueda pasar, déjame decirte algo: te vas a morir.

Tampoco te estoy diciendo que tomes todo a la ligera pero empieza a dedicar tiempo a eso que te gusta hacer. Empieza a desarrollar esa idea de negocio, aprende un nuevo idioma, disfruta de tus hobbies. Hay un montón de cosas que seguramente te inquietan pero por miedo no las has hecho.

Quien quita que eso que quieres hacer sea lo opción correcta y nunca lo supiste porque nunca te atreviste a hacerlo.

Recuerda que la vida de tus sueños está al otro lado del miedo. Pasa por encima del miedo y ve por lo que mereces.

Desbloquea tu mente

La mayoría de las veces el entorno en el que crecemos y nuestros padres nos inculcan creencias limitantes que de grandes nos juegan en contra y nos mantienen bloqueados impidiendonos avanzar.

Seguramente esa no era la intención de nuestros padres; ellos solo quieren lo mejor para uno, pero la realidad es esa y hay aceptarla para poder cambiarla.

El sistema también hace su parte hostigando la creatividad con datos y más datos que entierran la imaginación y la confianza en uno mismo en lo más profundo de nuestra mente. Cuando te equivocabas te castigaban con notas bajas y no había lugar para el pensamiento divergente.

Como resultado al crecer todas nuestras decisiones están enfocadas hacia lo más seguro por temor a equivocarnos. Buscamos un empleo seguro aunque lo odiemos, para no ser tachados de bichos raros por querer algo mejor o diferente.

Desbloquear tu mente y adoptar nuevas creencias no es una tarea sencilla pero es posible y puedes hacerlo paso a paso, lento pero seguro; trabajando todos los días en tu mentalidad y enfocándote en lo que realmente quieres lograr.

Encuentra una motivación poderosa y apóyate en los mentores

Buscar el consejo de alguien que ya pasó por lo que tu estás pasando ahora es una forma muy sabia e inteligente de abordar el problema y superarlo rápidamente, en el mejor de los casos.

Apoyarte en alguien que ya vivió esta experiencia puede darte mucha claridad y ayudarte a considerar con detenimiento todas las opciones antes de tomar una decisión e iniciar una nueva vida.

Si no conoces a alguien que pueda ayudarte, busca otra manera. Existen miles de libros sobre desarrollo personal, metas, éxito y felicidad.

Yo, me inspiro diariamente leyendo libros, escuchando podcast de personas que considero mis mentores, aun cuando nunca haya tenido una conversación directa con ellas. Sus historias me inspiran y me impulsan a seguir adelante.

Te invito a hacer lo mismo. Una sola idea con la que conectes y, haga clic en tu cabeza, puede cambiarte la vida.

Lo segundo que debes hacer es buscar una motivación tan grande y poderosa, que cualquier problema que se te presente, por más grande que sea, quede eclipsado ante tu motivación.

Cuando todo lo que hacemos está respaldado por una gran motivación, ceder o quedarnos de brazos cruzados no es una opción. Esa motivación nos mueve a buscar soluciones sin importar el qué, el cómo y el cuándo.

Paso a paso

Hacer cambios en nuestra vida no es tarea fácil, de hecho, nada que valga la pena en la vida se consigue fácilmente. Hay que poner de nuestra parte y esforzarnos para conseguirlo.

Los hábitos de pensamiento y de conducta que nos acompañan desde pequeños están muy arraigados y la forma de cambiarlos es dando un paso a la vez, poco a poco. Lento pero seguro, como la tortuga que venció a la liebre, un paso a la vez.

Por ejemplo: anota 3 metas que te gustaría lograr el próximo mes (es importante que sean cosas que mejoran tu vida y te ayuden a aumentar tu autoestima y concepto propio). Deben ser metas realistas y que puedas realizar en el período de un mes.

Si tu meta es leer un libro al mes, comienza leyendo diez páginas cada día todos los días hasta que termines el libro. Tu objetivo es crear el hábito de la lectura y sostenerlo en el tiempo. Recuerda: lento pero seguro, como la tortuga.

Otras metas que podrías implementar a corto, mediano y largo plazo podrían ser: levantarte 10 minutos antes, crear tu proyecto de vida, iniciar un nuevo negocio, ser libre financieramente, pasar menos tiempo en redes sociales, salir a caminar, crear tu propio blog o iniciar un diario.

Son muchas opciones pero escoge solo una y, cuando ya te sientas a gusto con esa opción, empieza otra.

Cosechar victorias diarias como leer 10 minutos al día y levantarte un poco más temprano, mejoran tu concepto propio y te preparan para afrontar el día con una actitud ganadora y mayor determinación.

Te recomiendo leer mi artículo: Por qué deberías madrugar todos los días puede cambiarte la vida…y lo hará.

Muévete y Haz un poco de ejercicio

Los beneficios de hacer ejercicio son muchos y muy variados. Hacer ejercicio diariamente y llevar una dieta balanceada logran cambios increíbles en la vida de cualquier persona.

Al cabo de los primeros días podrás dormir mejor y levantarte con más energía cada día; combinación perfecta para mejorar la productividad y pensar con más claridad.

Además, el ejercicio es una de las mejores formas para desconectarnos de la mente y aliviar el dolor emocional, porque cuando hacemos ejercicio oxigenamos el cerebro y se liberan más 50 hormonas, entre ellas, la dopamina, la serotonina y endorfinas.

Todas ellas son responsables de mejorar nuestro ánimo, aliviar el estrés y proporcionarnos una sensación de calma y seguridad.

La mejor manera de empezar a realizar ejercicio es poco a poco. Comienza con 5 minutos nada más y mantén esa costumbre durante 21 días hasta que se integre a tu rutina diaria y se convierta en un hábito.

Cuanto ya te sientas a gusto puedes ir aumentando poco a poco la intensidad y la duración del ejercicio.

Vive en el ahora

La presión que querer saber siempre lo que debe pasar, es abrumadora y nos genera ansiedad, preocupación y mucho estrés. Esta bien no saber qué hacer de vez en cuando, tómatelo con calma y respira profundo.

Es importante entender que el futuro no debe robarnos el presente. El futuro es importante pero el presente importa porque es lo único con lo que contamos.

Recuerda que por más planes que hagamos, el futuro es incierto y no podemos estar 100% seguros de lo que sucederá.

La mejorar manera de asegurar nuestro futuro es hacer lo que tienes que hacer hoy en lugar de preocuparte por lo que debes hacer mañana o lo que no hiciste ayer.

Vivir en el presente es transformador y, Eckhart Tolle en su libro El Poder del Ahora, nos enseña a controlar el pensamiento excesivo, vivir en el presente y mejorar la relación con nosotros mismos y con los demás.

Te recomiendo que le eches un vistazo en Amazon: El Poder del Ahora.

Recorre la Milla Extra

Las cosas que realmente valen la pena en la vida requieren esfuerzo. Si tienes una meta o un sueño que quieres lograr debes prepararte para pagar el precio. Siempre hay que hacer sacrificios y pasar incomodidades para conseguir lo que uno quiere.

Te pongo un ejemplo: cuando comencé a emprender por internet, hubo muchas noches en las que me acostaba pasadas las dos de la mañana, no salía un solo día porque estaba dedicándome en cuerpo y alma a sacar adelante mis negocios online. Lo bueno de todo esto es que lo logré y tu también puedes lograrlo.

Lo mismo aplica para ti. Tendrás que poner de tu parte para averiguar qué quieres hacer con tu vida y comprometerte a hacer lo que sea necesario para cumplir con eso que decidas.

En mi caso tenía un trabajo de 7 a 7 en el que ganaba 1.100.000 pesos colombianos (250 dólares americanos) por trabajar 12 horas diarias de domingo a domingo, hasta que decidí dejarlo todo para dedicarme a crear páginas web como esta y monetizarlas por internet.

El camino no ha sido fácil pero la recompensa lo ha valido y, no dudaría en hacerlo de nuevo.

Mejora tus finanzas personales

Mejorar tus finanzas personales es una buena manera de empezar a darle claridad a tu vida. Si tus metas exigen una reinvención profesional, irte de viaje o cambiar de residencia, una buena manera sería generar ingresos extra y empezar a ahorrar dinero cuanto antes.

Cuando renuncié a mi trabajo, tenía un ahorro de más de mil dólares y eso fue lo que me permitió comenzar mi propio blog, sin la presión de no tener para cubrir mis gastos personales.

Mil dólares parece poco, pero en Latinoamérica es una cantidad nada despreciable.

Comienza por llevar un registro de gastos e ingresos que te permita crear conciencia acerca del dinero y entender que el dinero no es para gastarlo, como siempre nos han dicho, sino para invertirlo y acrecentar nuestro patrimonio. El objetivo es ser libre no un esclavo moderno.

Tomar control sobre tus finanzas te permitirá contar con excedente cada mes, que en mi opinión, debe estar destinado a mejorar tus capacidad para generar ingresos

Mejor dicho, debes invertirlo en ti.

Menos análisis y más acción

La muerte es una realidad latente y cada que pasan los años se acerca cada vez más. No somos eternos.

Tienes ante ti la posibilidad de pasar a engrosar la fila de los que viven lamentándose, porque nunca hicieron nada por sus sueños o, hacer parte de los valientes que tomaron la decisión de actuar y, actuaron sin importar el cómo y las circunstancias.

Independientemente de que sientas que no sabes qué hacer en este preciso instante, estoy seguro, de que en tu interior hay un montón de cosas que desearías hacer, pero te aterra la posibilidad de hacerlo y fallar.

Cada vez me inclino más a pensar que no se trata de saber qué hacer en la vida sino de tener la certeza absoluta de que lo que haremos saldrá a la perfección y funcionará perfectamente.

Queremos que alguien nos garantice el «éxito» y eso no es posible. Debemos actuar con determinación, sin importar el miedo y conseguir herramientas en el camino.

Lo que sí te puedo garantizar es que si das lo mejor de ti cada vez, lo lograrás. Porque si das lo mejor de ti no puedes fallar.

No busques más información, no leas más artículos, no pierdas más el tiempo y empieza por definir qué quieres y, si no lo tienes claro, comienza por definir qué no quieres. Hacer este proceso a la inversa te permitirá definir con más facilidad aquello que realmente quieres.

Conócete a ti mismo

Hoy todo el mundo está hablando de vivir de tu pasión y encontrar tu propósito en la vida. No es una estrategia muy inteligente, según yo, teniendo en cuenta la facilidad y rapidez con la que las personas cambian de opinión en el siglo XXI.

Los constantes estímulos y la gratificación instantánea inhiben la capacidad de las personas para emitir juicios racionales son sentido crítico y su capacidad para hacer introspección es casi nula; si se sienten tristes, cogen el celular; están alegres, cogen el celular; tienen tiempo libre, cogen el celular.

Permítete sentir tristeza, soledad, incertidumbre y, en lugar de ceder ante ellos o buscar de manera desesperada no sentirlos, úsalos como un trampolín para conocerte a ti mismo y saber qué es lo que te mueve.

Apaga el celular, busca una hoja, un lápiz y empieza a escribir todas las cosas que quieres lograr en la vida. No hay nada que temer y, por el contrario, si hay mucho que aprender.

Los sistemas para saber qué hacer con tu vida

Ha llegado el momento de entrar en materia y definir claramente qué es lo que quieres, qué es lo que no quieres y, con base en eso, formular un plan de acción que te permita avanzar con certeza hacia la vida que deseas.

Encuentra tu IKIGAI

La palabra Ikigai no tiene una traducción exacta en la cultura japonesa, pero se interpreta de la siguiente manera: «la razón de ser» o «la razón de vivir». En pocas palabras, se trata de todos los elementos que debe tener una vida para que valga la pena vivirla.

Según la cultura japonesa toda persona tiene un Ikigai y debe descubrirlo para vivir una vida feliz y llena de satisfacción.

El ikigai se compone de cuatro elementos o conceptos fundamentales que se complementan entre sí y dan como resultado el Ikigai.

  1. Lo que amas (tu pasión)
  2. Lo que se te da bien o en lo que eres bueno (tu misión)
  3. Lo que crees que el mundo necesita (tu vocación)
  4. Aquello por lo que pueden pagarte (tu profesión)

Esta búsqueda se considera de mucha importancia en la cultura japonesa ya que el descubrimiento del ikigai otorga sentido a la vida y una profunda sensación de satisfacción con lo que das y recibes del mundo.

Antes de empezar con los ejercicios, te recomiendo que busques un lugar tranquilo donde nadie pueda interrumpirte y lo hagas en compañía de un lápiz y un cuaderno.

Lo que amas

En la primera parte de este ejercicio debes escribir todo lo que amas ¿Qué amas? ¿Qué te apasiona?’. Aquí es el momento de darle rienda suelta a tu alma y dejar salir todo eso que te apasiona. No importa si hace mucho no lo practicas.

Por ejemplo: amas viajar y todo lo que eso representa; conocer gente nueva, comer cosas diferentes…etc. También puede que encanten las manualidades. Todo lo que aflore en tu interior, escríbelo aquí.

Si las preguntas qué amas o qué te apasiona no son muy explicitas para ti, prueba con la siguientes: ¿Qué te gusta hacer? y ¿Cómo te gusta sentirte?

Escríbelo todo, no te guardes nada.

Lo que se te da bien o en lo que eres bueno

En esta segunda parte del ejercicio debes escribir todo aquello para lo que eres bueno o se te da bien.

Apunta todas las cosas que haces de manera natural o que resultan muy fáciles de hacer para ti. Es importante que todo lo que pongas aquí se te dé bien así no te guste.

Por ejemplo: si en el ejercicio anterior pusiste que te encanta hacer manualidades pero tardas demasiado, o no se te da bien, no deberías ponerlo aquí.

Escribe todas las habilidades que tengas. Si eres bueno liderando equipos, cocinando, armando maquetas, dibujando rostros, escuchando a los demás, tomando fotos, editando videos, escribiendo; apúntalo todo. No te dejes nada en el tintero.

Lo que crees que el mundo necesita

En esta tercera parte del ejercicio debes escribir aquello que crees que el mundo necesita.

Por ejemplo: crees que el mundo necesita más amor, bienestar social, oportunidades de trabajo, honestidad; todo lo que tu creas que le hace falta al mundo, escríbelo aquí.

También puedes escribir todo aquello, que según tu, debería ser diferente, o debería cambiar. Ten en cuenta que todo debe estar alineado con tus valores y verdaderos deseos.

Aquello por lo que pueden pagarte

En esta cuarta parte del ejercicio debes escribir todo aquello por lo que podrían pagarte.

¿Qué podrías hacer tú para generar ingresos y que alguien esté dispuesto a pagarte?

Después de responder a las preguntas de cada área podrás identificar con mayor facilidad tu ikigai, razón de vivir o propósito de vida. El punto donde convergen los cuatro elementos es lo que se denomina ikigai. Significa que todo debe estar alineado, debe existir una matriz de coherencia transversal.

Te lo explicaré mejor: de la convergencia entre lo que amas y lo que se te da bien nace tu pasión; de la convergencia entre lo que amas y lo que el mundo necesita nace tu misión; de la convergencia entre lo que el mundo necesita y aquello por lo que podrían pagarte nace tu vocación; y finalmente, de la convergencia entre lo que se te da bien y aquello por lo podrían pagarte nace tu profesión.

Según la cultura japonesa si estos cuatro elementos están equilibrados, es decir, conectas con tu pasión, misión, vocación y profesión, estarías viviendo tu Ikigai.

Te daré un ejemplo: Si en la primera pregunta (lo que amas), respondiste “viajar”; en la segunda pregunta (lo que se te da bien), respondiste “hacer planes de viaje”; en la tercera pregunta (lo que el mundo necesita), respondiste “libertad y felicidad”; y en la cuarta pregunta (aquello por lo que pueden pagarte), respondiste “Organizar planes de viaje a medida, hacer de guía turístico, diseñar guías de viaje a medida para cada ciudad o país”, si todo esto converge habrás encontrado tu ikigai.

Es obligación que todo coincida? no, aunque sería lo mejor. Pero la realidad es que aquello que amas y se te da bien son la parte más importante, porque se trata de ti.

Ya encontrarás la manera de aportar valor al mundo con eso que amas y se te da bien y de que te paguen por eso que amas y sabes hacer.

Lo quiero, no lo quiero

Este sistema es más sencillo que el anterior, pero se complementan a la perfección porque te permite entrar en detalles más específicos sobre cómo, dónde y en qué momento vivir tu vida con sentido.

Ahora será más fácil, porque con el ejercicio anterior has creado conciencia acerca de lo que vibra en tu interior y te gustaría dejar salir. Ahora lo que haremos será darte aún más claridad.

El objetivo de esto es poder responder a la pregunta ¿Qué hago con mi vida? de una manera sencilla y honesta. No hay necesidad de complicarse la vida.

Comenzaremos con lo que no quieres o no te gusta

Te pondré algunos ejemplos y tu debes tomar los que te sirvan, agregar los tuyos y quitar aquellos con los que no te identificas.

Haz el ejercicio en un cuaderno y lápiz. También pon un temporizador de 3 minutos y escribe todo lo que se te venga a la mente durante ese tiempo. Si llegas a necesitar más tiempo, agrega otros 3 minutos al temporizador.

  • Salir temprano de la casa y llegar tarde
  • Pasar todo el día fuera de casa
  • No tener tiempo para mi y/o mi familia
  • Trabajar 8 horas al día
  • Tener jefe
  • Usar uniforme para trabajar
  • No quiero que mis ingresos sean siempre los mismos
  • No pasar tiempo con mi pareja
  • Dejar de ver a mis hijos
  • Trabajar lejos de casa
  • Sentir que el dinero no me alcanza
  • Vivir en escasez y pobreza
  • Vivir siempre en el mismo lugar
  • Tener estrés y ansiedad
  • Relacionarme con personas que no me agradan
  • Comer comida barata porque no me alcanza para más
  • Usar ropa de mala calidad

Luego de responder a la pregunta, dedica un tiempo a revisar cada respuesta que apuntaste y pregúntate: ¿esto que apunté hace parte de mi realidad actual? ¿lo que hago ahora puede llevarme a vivir esa realidad? ¿apunté todo lo que tenía que apuntar o me hizo falta algo?

Es importante que puedas reconocer eso que te molesta de tu vida actual o que te pueda molestar en tu vida futura. Reconocerlo ahora te evitará tomar ese mismo camino en el futuro y redirigir toda tu energía hacia lo que si quieres.

Sé paciente y amable contigo durante el proceso. El objetivo de esto no es sentir frustración sino canalizarla hacia y en favor de conseguir vivir tu vida perfecta o soñada.

Seguimos con lo que si quieres y te gusta o te gustaría

Aquí haremos lo mismo; toma los ejemplos que te sirvan y omite los otros.

Con el ejercicio anterior el objetivo era definir aquello que no quieres en tu vida para que en este ejercicio puedas apuntar con más facilidad todo aquello que sí quieres.

Pon el temporizador y comienza a escribir otra vez. Por favor, escribe todo, no te guardes nada. No importa lo descabelladas que parezcan al principio las cosas. Recuerda que el objetivo de este ejercicio no es ser realista sino escribir todo lo que de verdad deseas.

  • Viajar cada año a un lugar distinto
  • Vivir viajando
  • Horario de trabajo flexible
  • Trabajar desde casa
  • Trabajar desde cualquier parte del mundo
  • Pasar mi tiempo haciendo lo que amo
  • Compartir más con mis seres queridos
  • Vivir en abundancia y plenitud
  • Tener mi propio negocio
  • Tener mucho tiempo libre
  • Suficiente dinero ahorrado e invertido para no volver a preocuparme
  • Aprender a tocar un instrumento
  • Aprender un nuevo idioma
  • Vivir con plenitud y felicidad

De las respuestas a estas dos preguntas y a las 4 preguntas del ikigai, deben salir las acciones para ponerte en marcha hacia tu vida soñada.

Según las respuestas a estas preguntas debes buscar un vehículo, negocio, profesión o trabajo que te permita cumplir con todas las condiciones que quieres tener en tu vida o, al menos, con la mayoría.

Para facilitarte aún más el proceso aquí te dejo mi artículo con más de 70 negocios rentables con poca inversión o cero inversión.

Ahora es tu turno de saber qué hacer con tu vida

Las cartas están sobre la mesa y es hora de que hagas los ejercicios con detenimiento y empieces a obtener respuestas. Conforme obtengas las respuestas, empezarás a tener más claridad de hacia dónde enfocar todos tus esfuerzos.

No te tomes este proceso a la ligera; reflexiona concienzudamente porque de lo que decidas dependerá tu vida futura. Además es un proceso muy personal, debes hacerlo tú y nadie más que tú.

No busques las respuestas fuera de ti; es tu vida y es tu tarea descubrir cómo vivirla.

Gracias por llegar hasta aquí, te felicito.

Cualquier duda o pregunta que tengas, déjala en los comentarios. Si te ha gustado y ha sido útil para ti este artículo, por favor, compártelo en redes sociales para que más personas puedan leerlo.

1 comentario en “No Sé Qué Hacer Con Mi Vida ¿Qué Hago?”

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